Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen los clientes es: ¿por qué hay demoras con las entregas de sus vehículos? Es importante abordar este tema y explicar que estas demoras se deben a diversos factores fortuitos. Como sabemos, un fortuito es algo que ocurre de manera inesperada, fuera de lo planeado y sobre lo cual no tenemos control.
Hemos experimentado varios fortuitos en el proceso, que podemos resumir en tres categorías:
Fortuitos por temas mecánicos: Esto ocurre cuando surge algún desperfecto en el vehículo casi en el momento de la entrega, impidiendo que esté listo.
Fortuitos por temas jurídicos: Se refiere a cualquier inconveniente legal, como documentos del vehículo que no estén listos para la entrega.
Fortuitos por temas logísticos: Esta categoría abarca problemas relacionados con el traslado del vehículo, desde inconvenientes externos, como retrasos en el transporte marítimo (si viene en barco por ejemplo) , hasta dificultades internas en la logística de entrega.
Para que la entrega se realice exitosamente en la fecha pactada, las tres áreas deben estar en verde. Si alguna de ellas falla, el vehículo no estará listo para su entrega.
Es importante destacar que, una vez solucionados los fortuitos, debemos buscar un espacio en nuestra agenda, que suele estar llena. Por eso, en muchos casos, la reprogramación de la entrega puede extenderse a un mes o más. Algunos clientes se preguntan por qué, si el fortuito es algo menor, la entrega se demora tanto; esto se debe a la disponibilidad limitada en nuestra agenda.
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